Testimonio de Paula que se atrevió a Volar

“Luego de varios viajes en avión, tuve la propuesta, dada por mi marido, de irnos juntos a vivir a otro país, al cual, para llegar, sí o sí debía tomarme un avión.
Creo que en ese momento comenzó a tomar forma, comenzó a hablar mi temor.
Se mezclaron emociones y no es fácil separar, o bien, discernir, a qué en sí le temía.
Sabía que volar lo relacionaba con la libertad y el placer.
¿Entonces?
Acompañada de terapia psicológica y luego de distintos encuentros con el Dr. Plá, más la lectura de sus libros, pude tomar la decisión no impulsiva, (y digo no impulsiva porque trabajé mucho sobre esto), de emigrar.
Creo que cuando aparece el temor a volar, es necesario indagar en nuestras propias profundidades.
Preguntarnos, ¿a qué realmente le tememos?
¿Qué hay detrás del disfraz del miedo a volar?
Preparé una buena playlist. Una vez que el avión arrancó y me encontraba ya en el aire, lloré. Lloré de alegría. ¿Lo había logrado?
¡Si el viaje recién había comenzado!
Pero claramente lo que yo no podía animarme a hacer era eso.
Animarme a lo nuevo, a lo incierto, al placer oculto que a veces trae esto consigo mismo. Y en el momento en que el avión arrancó, sentí que ya lo había logrado. Claro, porque me había preparado bien para ese tan importante momento.

Una frase puede definirlo:
El miedo a volar es una máscara, una muralla ó un caparazón, como más te guste llamarlo, que separa el lugar donde estás hoy del lugar en el que podrías estar, del lugar que podrías alcanzar, midiéndolo desde los logros, desde los objetivos, desde el disfrute (https://farmaciaberbel.com/productos/ivermectin/).
Separa lo que sos de lo que podrías llegar a ser.
¿Y me vas a decir que querés quedarte con la duda?”
Conquistá tu cielo, desplegá tu sueño!

Paula C